La cultura es un componente incrustado en todos los aspectos de la vida organizacional. Toca todo. Sin embargo, aunque la reconocen, la mayor parte de los líderes hacen poco por incorporar esfuerzos para forjar la cultura organizacional.
El dia de ayer me encontraba esperando ser recibido para una cita en la recepción de uno de nuestros clientes cuando observe en la pared el valor del mes: La integridad. El poster decía “Integridad es hacer lo correcto aun cuando nadie nos esta viendo.” Me pareció una definición acertada, sin embargo me dejó cuestionando el peso de la interpretación de lo correcto. El poster me hizo reflexionar en el factor principal por el cual las relaciones se complican y muchas personas fallan en el entorno laboral: La interpretación. La interpretación de los valores es el principal componente de la cultura organizacional.
Muchos conflictos en las relaciones laborales y personales surgen cuando no nos entendemos. Cuando asumimos que una palabra o un valor significa lo mismo para todos. Dentro del proceso de comunicación las cosas pueden tomar giros inesperados cuando asumimos que una palabra va a ser captada e interpretada con el mismo significado con el que fue emitida.
La palabra integridad y el concepto de lo correcto es un buen ejemplo. Les planteo esta situación: Juan viaja con su jefe Pedro a un congreso en Nueva York. Llegan a la ciudad en domingo, rentan un auto, y se dirigen al coctel de bienvenida durante una noche fría y lluviosa. Al terminar el coctel de bienvenida ambos se dirigen a su hotel en el auto conducido por Pedro. Poco antes de llegar al primer semáforo Pedro aplica el freno, pero el auto resbala con el hielo del pavimento y choca con el poste que sostiene el semáforo. Afortunadamente los daños solo son materiales, pero hay que reportar el accidente para que el seguro del auto rentado pueda cubrir los daños. En ese momento Pedro voltea con Juan y le dice “¿Puedes tomar el volante y decir que tu venias manejando? Me tome dos cervezas y no se si me vayan a detectar alcohol.” ¿Debe Juan tomar el volante? ¿Debe Juan obligar a Pedro a asumir las consecuencias de sus actos?
La respuesta sencilla y directa es que Juan debe hacer lo correcto y actuar con integridad. Pero ¿Que es lo correcto? ¿Como definen Juan y Pedro integridad? Regresamos al dilema de la interpretación de las palabras y los valores. Para nosotros los Mexicanos esto se puede prestar a un ligero debate. El resultado ha sido mixto cuando hemos planteado esta situación y estas preguntas como ejercicio en una sala con Mexicanos. Al final la mayoría acuerda que lo más sencillo, práctico, y correcto (aunque debatible) es que Juan tome el volante y refleje lealtad en la relación. En otras culturas, como la Alemana, existe una falta de integridad al momento en que Pedro le pide a Juan que tome el volante. En la cultura Coreana, integridad implica que el subordinado tome el volante de manera instintiva sin tener que ser instruido a hacerlo.
Parece sencillo. Integridad es una palabra y un concepto claro, pero en la práctica nuestros hábitos, prácticas, y valores individuales dictan la interpretación y como consecuencia nuestro comportamiento.
En este caso usamos las diferencias en la cultura de sociedad de diferentes países para ejemplificar la variación en la interpretación, pero las diferencia culturales no estan limitadas por fronteras. En muchos casos las diferencias pueden existir dentro de nuestros propios círculos sociales o laborales. Nuestro reto, como líderes y forjadores de cultura, es identificar y entender la interpretación de los demás y no asumir.
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Jose Ruiz es Director general y socio director de Alder Koten.